Itinerario: Castañar de Ibor – Molino – Torre de los Moros – Castañar de Ibor
Distancia: 7´5 Km Duración: 5´30 h Dificultad: Baja
La caja fuerte de cantos rodados a orillas del río
Salimos del Centro de Salud de Castañar, el cielo está despejado y promete hacer calor. Emprendemos la ruta por el Camino de Malviento, dejamos atrás las últimas construcciones del pueblo, vamos llaneando, la vegetación se nos muestra en todo su esplendor, los alcornoques plenos de candelilla nos salen al paso, también muchos quejigos.
Empezamos a bajar, el río nos está esperando. Ya en sus orillas, visitamos un antiguo molino, el acueducto todavía sigue haciendo su función, dentro la maquinaria de la molienda sigue intacta, con unos cuantos arreglos podría volver a moler, pero ya es bastante que los propietarios lo hayan conservado así hasta ahora, cosa que no han hecho otros muchos, que se los han dejado arruinar, es una pena porque también forman parte de nuestro patrimonio, y aquí en el río había muchos , al igual que en las gargantas.
Seguimos el río abajo, la vegetación de ribera nos acompaña, aquí vamos a encontrar el helecho real, planta que no se ve todos los días, y otras muchas especies que en primavera están en todo su esplendor.
Llegamos al puente, cruzamos por él, este puente con unos cuantos arreglos estaría bien chulo. El río está espléndido, con tanta agua, da gusto acercarse a el.
Nos adentramos campo a través por un olivar, y allí vamos a encontrar La Torre de los Moros. Curiosa edificación, está construida con hiladas de cantos rodados, pues es la piedra que lógicamente abunda más en la zona. Las piedras más grandes están abajo, forman la base de la construcción y la sustentan, cuanto más arriba, más pequeñas son.
Probablemente sea de época romana y forme parte de la industria minera que había en la zona. La puerta a desaparecido prácticamente, está ubicada a dos o tres metros del suelo y seguramente habría un foso. La altura de la puerta y el foso seria medidas de seguridad. es de planta cuadrada y quedan restos de lo que seria el arranque de una cúpula, ésta estaría construida con pizarra. También apreciamos una ventana.
Da la sensación por el tamaño de los muros y las medidas de seguridad que podría tratarse de un depósito de material minero ya preparado y listo para ser transportado, una caja fuerte en toda regla.
Entre estas piedras nos topamos con dos animalitos, propios del terreno y de la época en que estamos, una culebra y un alacrán,no sabemos quien tenia más miedo, si ellos o nosotros.
En la zona hay mucha dispersión de materiales férricos, propios de la industria minera que aquí se llevaba a cabo
Bajamos al curso del río,hasta el vado, donde tradicionalmente se cruza a la otra orilla, podemos apreciar el camino que se interna en el agua, como va bastante crecido desistimos de cruzarlo y damos la vuelta por donde vinimos.
Antes de cruzar de nuevo el puente, nos refrescamos para afrontar la subida. Nos apartamos del camino y atajamos por los olivares hasta llegar al pueblo.
En esta ruta, hemos visto una vez más, la importancia que debía tener la industria minera en esta comarca, pues los restos que estamos viendo y explorando son muchos y de lo más variado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario